Nuestros principios o señas de identidad, responden a la pregunta de quiénes somos y nos servirán de guía en las actuaciones tanto personales como colectivas que se desarrollen en el centro. Son los siguientes:
Aconfesionalidad:
nuestra escuela se declara laica, respetuosa con las diferentes formas de pensamiento, abierta al pluralismo ideológico y a todas las personas. Por ello, la Educación Religiosa no se dará en el centro sino que pertenecerá exclusivamente a las familias.
Multiculturalidad:
desde la escuela pretendemos que nuestros alumnos y alumnas aprecien y valoren los elementos tradicionales y culturales de su pueblo, respetando a su vez a las demás personas que procedan de otros lugares y tengan tradiciones o culturas diferentes. Así mismo, fomentaremos el respeto de estas últimas hacia los valores y costumbres del nuevo lugar que les acoge. En cualquier caso asumiremos la responsabilidad de educar en el respeto mutuo.
Coeducación:
educar para la igualdad sin ningún tipo de discriminación por razón de sexo. Nos identificamos con este principio superando el simple enfoque de enseñanza mixta. Para ello, determinaremos un enfoque didáctico que evite conductas que pongan el énfasis en los roles tradicionales atribuidos al hombre y a la mujer.
Valores democráticos:
el respeto hacia nosotros mismos, los demás y el entorno que nos rodea, será un pilar básico del proceso de enseñanza-aprendizaje de nuestra escuela. Esto, unido a otros valores como la tolerancia y la solidaridad, serán elementos fundamentales que consideramos necesarios para que nuestros alumnos y alumnas, sean capaces de convivir en sociedad.
Colaboración familia-escuela:
es necesario que exista una relación de comunicación y colaboración entre familia y escuela para adaptarnos lo mejor posible a las necesidades de los niños y niñas. El intercambio de información entre ambas partes es fundamental para poder encontrar la mayor unificación posible en los criterios educativos, tanto dentro como fuera del centro.
