IGLESIA DE SAN MIGUEL ARCÁNGEL
La actual iglesia parroquial de San Miguel Arcángel fue levantada en el mismo solar que ya albergó un primitivo templo, dedicado probablemente en origen a Santa María, y que formaba parte del recinto amurallado construido en el siglo XIV, que incluía también el torreón defensivo y otras construcciones hoy desaparecidas.
Reducto de la iglesia original El primitivo templo del siglo XIV, del que apenas tenemos información, fue sustituido en el siglo XVII por una nueva fábrica barroca. La torre mudéjar, elemento que nos da una idea de lo que pudo ser esa construcción, es el único resquicio que conservamos de la iglesia original. Hoy en día su aspecto está alterado respecto a cómo fue en origen, ya que con la reconstrucción del templo en el siglo XVII, la torre se recreció con un último cuerpo. Asimismo, recientemente se ha localizado en los alrededores del templo lo que probablemente sea la mesa de altar de este primigenio templo, y que hoy podemos contemplar en el atrio de entrada…
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EL TORREÓN
La falta de datos históricos que acrediten su construcción, el desconocimiento de su significado o su función por la mayor parte de la población, y probablemente, el estado de conservación antes de su restauración, de los restos que han llegado a nuestros días, han hecho que el torreón de Villarreal de Huerva sea un elemento que haya pasado bastante desapercibido para los habitantes y visitantes del municipio, relegado además por el imponente volumen de la iglesia adyacente.
Lo que hoy podemos contemplar en Villarreal de Huerva son los restos del recintorefugio que rodearía la iglesia de San Miguel, vestigios que están formados además de por la torre defensiva, por los restos de muralla que discurren paralelamente al muro norte de la iglesia. El recinto se asienta en las inmediaciones de la aldea, en un pequeño altozano, ya que como hemos señalado anteriormente podemos considerar este tipo de torres como torres de vigía, puntos de comunicación visual entre los pueblos, de ahí que se buscase su ubicación en alto…
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ERMITA DE NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO
La advocación de la Virgen del Rosario está ampliamente generalizada en el Campo de Daroca, en Villarreal ésta se hace presente en la ermita del mismo nombre situada a escasos kilómetros del pueblo.
La tradición cuenta que cuando la imagen de la Virgen era trasladada desde Valencia a Zaragoza, la talla expresó su deseo de quedarse en el lugar en el que hoy se levanta la ermita, donde en un principio se construyó un simple peirón para alojar la imagen.
El padre Faci, conservada en la iglesia de San Miguel, sitúa en las mismas fechas que el milagro de aquella, en torno a 1680, el milagro de la ermita de Nuestra Señora del Rosario, por lo que podemos deducir que en estos momentos la zona se encontraba inmersa en una época de especial fervor religioso.
La ermita de Nuestra Señora del Rosario de Villarreal es un templo neoclásico levantado en el siglo XIX sobre otro anterior que probablemente fuera de época barroca…
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Puente Almada
Puente de sillería, situado junto al cerro Almada en la localidad de Villarreal de Huerva, en el antiguo itinerario del Camino Real. Está construido en sillería, con un arco de 8,6 metros de luz que no completa el medio punto.
Cerro Almada
Este paraje, situado a dos km del pueblo, está dominado por un cerro paleozoico que se halla separado de las lomas inmediatas y que recibe el nombre de «cerro Almada» o «cerro Almohada» (según el catastro) donde surgió la primera población de Villarreal.
Desde siempre era conocida la existencia de este antiguo poblamiento que la cultura popular atribuía a los árabes, cosa esta explicable por la toponimia y su prefijo «al», y varios fueron los intentos de búsqueda del tradicional tesoro escondido por los moros que tanto se repite en todos los pueblos de España.
Pero la intervención de la ciencia histórica ha puesto las cosas en su sitio y ha establecido que los restos del poblado del cerro Almada pertenecen a un pequeño poblado ibérico, y que los supuestos tesoros no van más allá de algunos restos de cerámica solo de valor para los arqueólogos y los historiadores.
El primer historiador que dio a conocer el yacimiento fue Pellicer en 1957, quien describiría la excavación y sus resultados, un metro de tierra vegetal y piedras, una capa de 50 cm carbonizada con abundante cerámica grosera negra arcaizante. Habiendo profundizado nosotros unos 30 cm más, aparece tierra marrón y un fragmento de cerámica tipo ibérico bien cocida a torno.
Unos años más tarde, en 1974, el profesor de Prehistoria Francisco Burillo Mozota (el mayor conocedor de la prehistoria del campo de Romanos) volvió a excavar el cerro y encontró otros materiales, como cerámica hecha a mano de pasta negruzca en su núcleo y marrón u ocre en su exterior, otros restos que presentan decoración plástica con impresiones, varias asas y bordes de sección triangular, varios fragmentos (alguno decorado con dos bandas de color rojo vinoso) y un fragmento de rueda de molino de unos 25 cm de radio. También encontró varios fragmentos de cerámica común y vidriada de origen medieval. Las conclusiones y cronología del informe del profesor Burillo dice así:
«El asentamiento, de pequeñas dimensiones, se ubica en un cerro aislado, en el que se ha acentuado sus características defensivas con la construcción de un foso anular. Controla el portillo que abre la Huerva en el sistema Ibérico y se sitúa en área de suelo aluvial. Aparece cerámica a mano que puede ser contemporánea de la ibérica, la cual se halla en escasa cantidad, como para perfilar una cronología dentro de su época. Existen también fragmentos de cerámica medieval. Estos restos son la prueba irrefutable de los primeros pobladores de Villarreal, y cuando desde el pueblo echemos la vista al noroeste y divisaremos el cerro Almohada.«